Lección 285.- Hoy mi santidad brilla clara y radiante.

 Me gusto esta lección, en particular por una mención que hace referencia a la desdicha que implica despertar todos los días en esta "condición" y como lo usamos como defensa.

(1:1-3) Hoy me despierto lleno de júbilo, sabiendo que solo han de acontecerme cosas buenas procedentes de Dios. Eso es todo lo que pido, y sé que mi ruego recibirá respuesta debido a los pensamientos a los que va dirigido. Y en el instante en que acepte mi santidad, lo único que pediré serán cosas dichosas. 

Ken Wapnick.- Deberíamos despertarnos cada mañana con alegría por las cosas que aprenderemos ese día: las distintas formas del perdón. El objetivo de Un curso de milagros es enseñarnos que la alegría diaria proviene de saber que podemos dar unos pasos más hacia la meta de despertar del sueño y volver al hogar. Si este es nuestra guía, nada de lo que ocurra durante el transcurso del día nos disuadirá de ser fieles a nuestro objetivo. Con alegría y confianza comenzamos el día porque "Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda", independientemente de su forma feliz o infeliz (L-Pl.193). Nos alegramos porque una vez más podemos aprender la lección de que el mundo es un sueño y nuestro santo Ser descansa dentro, más allá de toda ilusión. Recuerda que la vida es nuestro sueño y, si padecemos dolor, este sirve para cumplir el deseo de probar que la separación es real. 

El perdón no puede sino ser concedido por la mente que comprende que debe pasar por alto todas las sombras que cubren la santa faz de Cristo (S-3.I.3:2-3).

Entiendo por el texto anterior como el ataque, la defensa, el odio, la culpa y todo lo relacionado al miedo y dolor son defensas, para probar que la separación ha tenido lugar, es ahí donde entra la inversión de pensamiento que propone el curso, independientemente de lo triste y desoladora que pueda ser la experiencia aquí tenemos que decidir no olvidarnos de quien somos, donde estamos verdaderamente en cada momento y recordar que esto es solo un mal sueño, aprovechar cada oportunidad de perdón verdadero para avanzar en el camino, esto va muy de la mano con "El alumno feliz" que requiere el espíritu santo. 

Entonces la felicidad será consecuente, a medida que perdonamos podremos despertar cada mañana "llenos de júbilo", y conforme pase el tiempo, podremos tener los frutos eternos del verdadero perdón.